“EL MARAVILLOSO MAGO DE OZ”
No lo voy a negar, compré esta
edición del “Maravilloso Mago de Oz” porque me gustó la portada, sin embargo,
cuando comencé a leerlo, aun cuando conocía su argumento, me pareció encantador
y ya no pude parar. Y es que este cuento infantil, además de hablarnos de la
importancia de la amistad y los valores, nos subraya que las apariencias
engañan y que pese a nuestras diferencias, todos podemos aceptarnos y convivir
en armonía. Por otro lado, debo reconocer que me sorprendió descubrir que los
famosos zapatos mágicos no son rojos ¡sino de plata!
Este libro, como muchos saben, cuenta
la historia de Dorothy, una niña huérfana que vive en las praderas de Kansas
con sus tíos Henry y Em hasta que un ciclón la arrastra a la Tierra de Oz junto
a su perro Totó, con la suerte de que al aterrizar cae sobre la Bruja Mala del
Este y la mata, liberando así a un pueblo de la opresión. Este hecho hace que
los lugareños y la Bruja Buena del Norte acudan a agradecerle, y es aquí cuando
la pequeña se entera que en ese lugar habitaban cuatro brujas -dos buenas
(Norte y Sur) y dos malas (Este y Oeste)- y un gran mago al que nadie ha visto,
llamado Oz, que vive en la ciudad Esmeralda.
Mientras le cuentan a la pequeña
sobre el sitio al que ha llegado, la Bruja Mala del Este se desvanece dejando
como único rastro de su existencia unos zapatos de plata. La Bruja Buena del
Norte le dice a Dorothy que ahora le pertenecen, pero la niña lo único que
quiere es volver a Kansas, y tras pedirle ayuda a los lugareños y la Bruja
Buena del Este, estos le dicen que tal vez el poderoso Oz podría hacer algo por
ella y que para encontrarlo debe seguir el camino de ladrillos amarillos.
Ante
la inminencia de la partida, la niña se pone un vestido limpio, llena una
canasta de víveres y se calza los zapatos de plata de la Bruja Mala del Este
que, curiosamente, le quedan a la perfección. Poco después de comenzar la travesía
acompañada de su inseparable perro Totó, encuentra a un espantapájaros que
deseoso por tener un cerebro se une a la pequeña para pedírselo a Oz; más
adelante, se cruzan con el leñador de hojalata, quien se suma a los viajeros
creyendo que el mago podría darle el corazón que tanto anhelaba; y, por último,
el grupo queda completo con el león cobarde, que tras tratar de asustarlos con
un gruñido, reconoce su cobardía y se une a ellos con el fin de pedirle al
poderoso Oz que le dé valentía.
Así, enfrentando varios contratiempos que les
hicieron pensar que no podrían llegar a su destino, arriban a la Ciudad
Esmeralda, donde Oz accede a verlos uno por uno en el salón del trono. Los
cuatro le piden lo que desean, sin embargo, el poderoso Oz les dice a todos que
él no concede deseos sin recibir algo a cambio, de manera que les asegura que
los hará realidad únicamente si matan a la Bruja Mala del Oeste. Tristes por no
haber recibido lo que esperaban y sin saber si serían capaces de cumplir con la
petición de Oz, deciden intentarlo.
En esta nueva aventura se enfrentan a
varios riesgos hasta que logran su cometido, pero cuando finalmente acaban con
la Bruja Mala del Oeste y regresan con Oz para que cumpla su palabra, el gran
mago se ve obligado a contarles su triste realidad, que resulta mucho más
terrenal y menos mágica de lo que el grupo de amigos imaginaba; no obstante, Oz
se las arregla para darle a todos lo que creían necesitar, excepto a Dorothy.
Ante esto, alguien les aconseja que vayan a visitar a Glinda, la Bruja Buena
del Sur, quien acepta ayudar a la niña a
cambio de un gorro mágico del que se había hecho cuando mató a la Bruja Mala
del Oeste; tras entregárselo, Glinda le dice que los zapatos de plata son
mágicos y pueden llevarla a cualquier parte del mundo, incluido Kansas.
Título: "El maravilloso mago de
Oz"
Autor: L. Frank Baum
Editorial: Grupo Tomo

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