"FLORES EN EL ÁTICO"
Alguna
vez leí, supongo que en un foro o blog de literatura, que una persona
consideraba a la saga Dollanganger “un placer culposo”, lo que me hace pensar
que la disfrutó y se apena por ello; pues yo, sin nada de aflicción admito que,
si bien aún me falta adquirir uno de los títulos que la componen, los que he
leído me han gustado bastante; ¿qué puedo decir? Me atraparon de principio a
fin.
Ahora,
para no confundirlos con la historia, en esta ocasión únicamente hablaré de
“Flores en el ático”, que es la primera entrega, un libro en el que una
jovencita llamada Catherine narra lo que vivió junto a sus tres hermanos al ser
encerrada por varios años en una habitación austera y oscura conectada a un
ático.
La
historia comienza retratando a una familia feliz en la que el hombre trabaja
mientras la mujer se queda en casa cuidando a los hijos; todo parece perfecto
hasta que un terrible accidente acaba con la vida del patriarca. Ante lo
ocurrido, la viuda, Corrine, es incapaz de mantener sola a sus vástagos, por lo
que pide ayuda a su madre, quien accede a recibirla en la residencia familiar
(la mansión Foxworth Hall) con la
condición de que los niños permanezcan ocultos para que Malcolm, el padre de
Corrine, no se entere de su existencia. Dada la situación, la mujer se ve
obligada a explicar a sus hijos que como consecuencia de una decisión que tomó
15 años atrás fue desheredada por sus padres, hecho que la llevó a separarse de
ellos y cambiar su apellido; asimismo, les cuenta que su abuelo está muriendo y que su objetivo es intentar ganarse nuevamente su amor con el fin de obtener su perdón para volver a
ser incluida en su testamento y convertirse en la única heredera de una inmensa
fortuna cuando este fallezca. Tras las revelaciones, los cinco dejan
prácticamente todas sus pertenencias para ir a la mansión Foxworth Hall donde los pequeños son escondidos inmediatamente después de su arribo, mientras Corrine promete visitarlos
frecuentemente.
Al
principio del encierro, la mujer ve a sus hijos con regularidad y les obsequia
regalos costosos asegurándoles constantemente que la situación cambiará pronto como consecuencia del estado de salud del abuelo, sin embargo, al pasar los meses no solo
siguen viviendo como prisioneros, sino que los secretos familiares más oscuros
comienzan a salir a la luz; aunado a lo anterior, los hermanos son víctimas de
una abuela sumamente estricta que ante la menor desobediencia les propina
maltratos físicos y psicológicos. Los chicos, por su parte, tratan de
entretenerse de mil maneras -una practica ballet, otro lee, etc.-, pero el
abandono de su madre, quien parece estar rehaciendo su vida, y la larga
estancia en el ático, obliga a los mayores a asumir el rol de padres ante los
pequeños.
Después
de años en confinamiento el futuro no se presenta favorable, menos cuando los
hermanos han sufrido hambre, abusos y pérdidas irreparables, y dos de ellos
sienten atracción el uno por el otro. La espera cada vez es más dura, la
desgracia los acecha y en vista de que la puerta del ático parece que no se
abrirá nunca, los hijos de Corrine planean su escape, por lo que con astucia
consiguen una llave que les permite recorrer la mansión en busca de joyas y
dinero para cumplir su deseo; y es precisamente en esas salidas cuando
descubren que la verdad es mucho peor de lo que imaginaban y que si no quieren
que alguien más muera tienen que huir lo antes posible de la mansión en busca de
una vida mejor.
Título:
“Flores en el ático”
Autor:
V. C. Andrews
Editorial:
De Bolsillo

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