SE PERMITE LEER EN VOZ ALTA


  “Deja de vocalizar las palabras si quieres leer más rápido”, leí recientemente en la red en uno de tantos posts que tratan sobre los métodos para disminuir el tiempo que las personas invierten en una lectura; éste y muchos otros consejos parecen ser útiles, especialmente porque se afirma que ponerlos en práctica no afecta la comprensión del texto, pero yo, que para bien o para mal me acostumbré a pronunciar cada palabra, me pregunto ¿por qué leer un libro a la velocidad del rayo, si puedo disfrutarlo lentamente? Sí, aunque eso signifique sacrificar el número de títulos que termino al año.

CADA QUIEN SU MÉTODO
  
  En muchas ocasiones me han dicho que al leer parece que estoy murmurando, pues al pasar cerca de mí la gente alcanza a percibir unos ligeros susurros; y es que ¡no lo puedo evitar! Cada vez que tengo oportunidad leo en voz alta; claro que no lo hago en el tono que utilizaría en una conversación, no, nada de eso, simplemente empleo el volumen suficiente para que yo alcance a escuchar mis palabras sin perturbar a quienes me rodean (hasta la fecha no he recibido quejas, ni tampoco me han pedido que guarde silencio).

  La razón por la que lo hago no es un secreto para nadie, aunque tal vez podría resultar una tontería para muchos; ¿por qué lo digo? Bueno, tengo la teoría de que si utilizo este método, por llamarlo de alguna forma, soy capaz de absorber más información y por ende, comprender y recordar con mayor facilidad el contenido de los libros, ya que además de ver lo que leo, lo pronuncio y lo escucho, de modo que capto las palabras y/o ideas a través de varios sentidos.

  No sé si tenga lógica lo que hago o si solo resulte práctico para mí, pero me funciona, y supongo que otros lectores, al igual que yo, habrán descubierto su propio “sistema”, uno que les permite disfrutar y obtener mayores beneficios de su afición.


  Y tú ¿lees en voz alta?

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