SHAW Y CHURCHILL: LA CORTESÍA ANTE TODO
Las anécdotas de Winston
Churchill son legendarias, y una de ellas involucra a Bernard Shaw, pues se
dice que en abril de 1914 el escritor envió una invitación al político
británico en la que se leía:
Respetado sir Winston Churchill, tengo el honor de invitarlo al estreno de mi obra “Pigmalión”. Puede venir con
un amigo, si es que lo tiene.
Cuenta la historia que el
dramaturgo no tardó en recibir la respuesta de Churchill, quien con la misma
cortesía mostrada por él, le escribió en un telegrama las siguientes líneas:
Señor Bernard Shaw, agradezco la
honrosa invitación. Lamento no poder asistir a la primera presentación. Espero
acompañarlo a la segunda, si se realiza.
Claramente, estos dos grandes no
simpatizaban, sin embargo, al parecer siempre se puede recurrir al sarcasmo
para guardar las formalidades.

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