LA GOTERA DE LA DISCORDIA
Mario Vargas Llosa sentía tal
admiración por Jorge Luis Borges que incluso escribió un libro sobre él, pero
contrario a lo que podría pensarse estos dos grandes de la literatura no eran
precisamente amigos, es más, poco antes de que falleciera el autor de "El Aleph" la relación se rompió del todo, aparentemente, a causa de una gotera. Y es que
cuentan por ahí que a principios de la década de 1980 el peruano entrevistó
al argentino en el departamento que éste tenía en Buenos Aires, un encuentro
que inmortalizó en un artículo en el que además de describir con admiración
ciertos detalles que observó en el lugar, hizo referencia a la modestia en la
que vivía su colega mencionando los rastros de humedad en las paredes y la
presencia de una gotera en el área del comedor.
Como era de esperarse, aquella
publicación no tardó en llegar a oídos de Borges, quien enterado de lo escrito
por Vargas Llosa comentó con ironía que lo había visitado un peruano que
seguramente trabajaba en una inmobiliaria ya que trató de persuadirlo para que
se mudara porque su casa tenía goteras. Este episodio, al que el mismo Vargas
Llosa se refirió en varias ocasiones, marcó el distanciamiento de los
escritores, pues el argentino nunca le perdonó que expusiera de esa manera su
vida privada.

Comentarios
Publicar un comentario