EL ESCRITOR QUE PERDIÓ LA VIDA EN UN DUELO
Aleksandr Pushkin, a quien muchos
consideran el fundador de la literatura rusa moderna, murió en 1837 tras
batirse en un duelo con el militar francés Georges d'Anthés. ¿Cuál fue el
motivo del enfrentamiento? La supuesta actitud provocadora de d'Anthés hacia la
esposa del escritor, y es que se dice que luego de que Natalia Pushkina
conociera al militar en 1835, la gente comenzó a esparcir el rumor de que entre
ellos había un romance clandestino, y aunque en un principio nada apuntaba a
que el asunto terminaría en tragedia, todo cambió cuando el autor y varias
personas de su círculo cercano recibieron copias de una sátira anónima en la
que básicamente le daban a Pushkin el título de "Diputado Gran Maestre e
Historiógrafo de la Orden de los Cornudos", un texto que el agraviado, pese a no
tener pruebas, adjudicó a d'Anthés.
Dado lo ocurrido, el escritor no se
quedó de brazos cruzados, y en noviembre de 1836 retó al militar a un duelo de
honor, pero como éste le pidió aplazarlo un par de semanas, los amigos de
Pushkin intervinieron cancelando el combate. Pasado el tiempo, d'Anthés se casó
con la hermana de Natalia, pero su matrimonio lejos de poner fin al conflicto,
llevó a la sociedad a murmurar que había contraído nupcias con el fin de salvar
la reputación de quien se acababa de convertir en su cuñada, así que Pushkin,
frente a los humillantes rumores de infidelidad, le envió una carta sumamente
insultante al recién casado, quien respondió retándolo formalmente a un duelo
en las afueras de San Petersburgo. Habiendo descartado la posibilidad de un
acuerdo pacífico, el 27 de enero de 1837 los hombres finalmente se enfrentaron,
y aunque ambos resultaron heridos, fue Pushkin, de 37 años, el que terminó
perdiendo la vida dos días después.
Ahora, si te estás preguntando qué pasó con la viuda, la respuesta es que contrajo segundas nupcias en 1844 con el
oficial del ejército imperial ruso Petr Petrovich Lanskoy, un hombre que
provenía de una familia noble que le prometió cuidar a sus hijos como si fueran
suyos.

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