EL BAILE DE TRUMAN CAPOTE

   En 1966, Truman Capote vivía el momento más brillante de su carrera. El éxito de “A sangre fría” lo había catapultado a lo más alto del panorama literario y social, y para celebrarlo, organizó lo que muchos consideran la fiesta más famosa del siglo XX: el “Black and White Ball”, un baile al que todos los invitados asistieron portando máscaras y atuendos en blanco y negro.

   La gala, cuya temática se inspiró en una escena de la película “My Fair Lady”, se llevó a cabo el 28 de noviembre de 1966 en el Hotel Plaza de Nueva York y reunió a más de 500 personalidades de diferentes ámbitos, entre ellos, Andy Warhol, Frank Sinatra, Henry Fonda y Mia Farrow, quienes, junto al resto de los convocados, disfrutaron de un menú sorprendentemente sencillo: espagueti, huevos revueltos, salchichas, pollo y una amplia variedad de postres, aunque eso sí, todo acompañado de una generosa cantidad de champaña. ¿Por qué el autor eligió ofrecer platillos que contrastaban con el glamour del evento? Al parecer, lo hizo con la intención de que los asistentes se centraran en la diversión y la conversación sin preocuparse por las formalidades que exige un banquete ostentoso o complicado.

   Cuenta la historia que la velada fue un escaparate diseñado por y para el escritor con el fin de festejar su éxito literario, consolidar su estatus social y dejar una marca imborrable en la cultura de la época, sin embargo, dado que ser el anfitrión y el homenajeado habría sido visto como una vulgaridad por los miembros de las élites, no le quedó más remedio que elegir a una invitada de honor: la editora del Washington Post, Katharine Graham, quien tiempo después contó que Capote la llamó por teléfono para decirle —palabras más, palabras menos—: “Creo que necesitas animarte. Y te voy a dar un baile”.

   Haya sido como haya sido, lo cierto es que la fiesta terminó siendo un gran acontecimiento social y cultural, una noche de máscaras, diversión y alianzas en la que se dieron cita el estilo, el poder y el arte.