EL ACCIDENTE DE STEPHEN KING
La tarde del 19 de junio de 1999, mientras caminaba por la orilla de una carretera de un pueblo ubicado en Maine, Estados Unidos, Stephen King fue atropellado por un hombre de mediana edad que manejaba una furgoneta.
El accidente, que supuestamente se produjo porque el
conductor cometió el error de distraerse unos instantes con un perro que
llevaba como pasajero, fue tan serio que el escritor, quien cabe resaltar se
encontraba paseando sobre el margen reservado a peatones y vehículos no
motorizados, terminó en una zanja de unos cuatro metros de profundidad con
heridas de consideración, pero consciente. Sufriendo un terrible dolor, el
autor de éxitos literarios como “Carrie” y “El resplandor” finalmente pudo ser
auxiliado e ingresado a un hospital desde el que sería trasladado a otro en
helicóptero. Un pulmón colapsado, fracturas múltiples y laceración del cuero
cabelludo fueron las consecuencias del desafortunado percance, y aunque la
recuperación de King implicó varias cirugías y sesiones de terapia física, pese
a su estado, para mediados de julio de aquel mismo año, él ya había retomado
sus proyectos de escritura.
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